
Torrejón de Ardoz es a día de hoy, uno de los municipios más poblados de la Comunidad de Madrid, con más de 140.000 habitantes. Se enmarca dentro del Corredor del Henares, un área altamente industrializada desarrollada en la ribera del río Henares y situada entre las ciudades de Madrid y Guadalajara. Dentro de la misma destacan ciudades como Coslada, San Fernando de Henares o Alcalá de Henares, que al igual que Torrejón de Ardoz, se caracterizan por su organización urbana industrial predominada por polígonos industriales y empresariales. Así, Torrejón se encuentra en una importante zona económica de la Comunidad de Madrid, en el este del área metropolitana de Madrid. Si bien lleva siendo así muchos años, debido al crecimiento industrial y demográfico que ha experimentado la ciudad, hasta hace relativamente poco la historia era muy diferente.
Torrejón fue, hasta bien entrado el siglo XX, una pequeña población agrícola que basaba su subsistencia en la agricultura y la ganadería. Un pueblo con un modo de vida tradicional y que hasta el año 1950 no superó los 4.000 habitantes, exactamente 4.017 (según los censos de población nacionales y padrones municipales). Si bien la gran transformación de Torrejón no tuvo lugar hasta los años 70, ya en la primera mitad del siglo XX se comenzaron a vislumbrar los primeros indicios de modernización. En esta época se presenció una clara mejora de la red eléctrica, la medicina o los medios de transporte, lo que provocó un paulatino cambio en la pequeña población rural de Torrejón.
A mediados de siglo, España se encontraba en medio de un enorme aislamiento político y económico por parte de los países de Europa occidental y Estados Unidos. Este ostracismo sufrido durante la primera etapa del régimen franquista dejó a España completamente marginada de las potencias mundiales, que no veían con buenos ojos la dictadura imperante en el país ni la pasada colaboración de Franco con Hitler durante la 2ª Guerra Mundial. Esta situación cambió ligeramente en 1953, en plena Guerra Fría.
A pesar de las abismales diferencias ideológicas entre Estados Unidos y España, los estadounidenses aprovecharon el principio anticomunista del régimen franquista para incluir al país europeo en su política internacional. Con el fin de combatir los avances tecnológicos y militares de la Unión Soviética, EEUU comenzó a confeccionar una red de bases por el mundo sobre la que establecer su Strategic Air Command (Mando Aéreo Estratégico).
La estratégica situación geográfica de España, siendo la unión entre África y Europa, hizo que el país cobrara relevancia dentro de los planes militares estadounidenses. Así, el 26 de septiembre de 1953, el presidente Eisenhower y el general Franco firmaron los Pactos de Madrid. La firma incluía tres acuerdos: Acuerdo de Ayuda Económica, Acuerdo de Asistencia Defensiva Mutua y Acuerdo de Defensa, siendo este último el más comprometedor para España, ya que suponía la instalación de bases militares de utilización conjunta en su territorio. Se establecieron cuatro bases en diferentes puntos del suelo español: una base aeronaval (Rota) y tres bases aéreas (Morón de la Frontera, Zaragoza y Torrejón de Ardoz).
Para España supuso el primer paso para salir del aislamiento en el que se encontraba el país desde los años 40. Para Torrejón significó el comienzo de un cambio social y demográfico que transformaría una villa rural en una de las ciudades más pobladas de la Comunidad de Madrid.

